Tránsitos
Miércoles, 31 de Diciembre, 2008DE un año a otro esta noche, en un Lugo en el que la gente a pesar de los pesares va a tirar la casa por la ventana; lo harán los que se queden en sus hogares y los que se decidan a acogerse a las muchas y variadas ofertas de restaurantes, hoteles y establecimientos de hostelería en general. Estoy seguro de que va a ser una buena y animada noche y si lo compruebo se lo contaré a ustedes.
HAY otros tránsito que y se ha producido y este lamentable. Me trae EL PROGRESO de ayer la mala noticia del fallecimiento de José María Busta Rodríguez. Detrás de él y de su familia hay una historia real que daría para una novela. Yo la conozco y no me resisto a contarla, aunque sea muy por encima, como homenaje a una gente ejemplar.
En la familia Busta Rodríguez, dejando a un lado el papel de la madre, una trabajadora de telefónica, hubo tres personajes singulares. El militar Manuel Busta Sánchez (capitán Busta para todos aunque llegó al cargo de comandante), el hermano mayor Manolo, (con sus facultades mentales perturbadas desde niño) y José María (un portento de las matemáticas y de la informática, en el que se cebó la mala suerte).
Al capitán Busta lo conocí cuando era teniente y yo un niño; él estaba en la Zona de Reclutamiento cuando funcionaba en una casa de la Plaza de Santa Domingo; a pesar de los problemas de su hijo mayor, tenía un carácter excepcional y una especial habilidad para gastar bromas. Yo recuerdo algunas memorables. Coincidí con él en la mili, en el archivo militar, y mi padre no me hubiese tratado mejor; pero era bueno conmigo y con todos los demás soldados que servíamos en el cuartel de San Fernando. Era raro el día que a mí a todos los de mi quinta que servíamos allí, Carlos Abuín, Arias, Vázquez, etc., dejaba de invitarnos a tomar el aperitivo en el Gerdíz o en el antiguo Cotá, que estaba muy cerca del cuartel. Más que un jefe era un amigo y recuerdo su obsesión:”lo único que me preocupa es que va a ser de Manolito cuando faltemos nosotros”. Ya licenciado seguí manteniendo una gran relación con él facilitada porque vivíamos puerta con puerta; yo en el 7 de Pintor Corredoira y él en el 9. A mediados de los 70 me confesó que estaba a punto de hacer una operación que dejaría cubiertas las necesidades de Manolito, su gran problema; una multinacional láctea quería comprarle una finca que tenía en Asturias y le ofrecía mucho dinero; “pero yo creo que vale más y estoy tensando la cuerda”. Casi coincidiendo con esto el capitán Busta fue uno de los lucenses que recibió un montón de millones en la Lotería de Navidad cuando tocó El Gordo en Lugo, además de hacer ricos a varios centenares, pues el repartió la mayor parte de las series. El premio por otro lado, fortaleció su postura ante la empresa que quería comprarle los terrenos de Asturias. Creo que les había incrementado el precio un 100% y que no habían dicho que no.
Casi coincidiendo con todo esto, el hijo pequeño, José María, redondea una carrera fulgurante como matemático, que le llevó, incluso, a dirigir el Centro de Cálculo de la Universidad de Santiago. Pero a comienzos de los ochenta un lamentable accidente condicionó su vida: gran aficionado a la bicicleta, un coche la atropelló causándole heridas muy graves, pero con posibilidades de recuperación. Lo peor vino después: ya muy mejorado aunque desplazándose con muletas, le recomendaron la máxima actividad y entre otras cosas que tratase de subir las escaleras sin utilizar el ascensor; otro golpe de pésima suerte, un resbalón, una caída aparatosa y una paraplejia de la que nunca se recuperó.
Estuve con José María con ocasión de la muerte de su padre, en la que hubo un hecho ajeno a la familia muy lamentable, que ahora no viene al caso comentar. Estuvimos recordando nuestra coincidencia en clase de matemáticas y la relación de nuestras familias y le ayude a sobrellevar la muerte del “capitán” recordándole lo buena persona que era y cuando le quisimos muchos. Ahora José María se ha muerto muy joven. Y se cierra demasiado pronto un ciclo.
A todos:
¡FELIZ SALIDA Y ENTRADA DE AÑO!