Vino

EMILIO Casariego, Jefe de Medicina Interna del Xeral-Calde, decía ayer en EL PROGRESO: “Hay gente que cree normal tomar un litro y medio de vino al día”. Evidentemente considera eso un exceso y malo para la salud. Si tengo la oportunidad de hablar algún día con él intentaré que me explique como muchos lucenses beben todavía más y aguantan aparentemente bien. Recuerdo aquella época ya pasada en la que las tazas de Ribero, que no era tal, estaban de moda y había grupos que se “bajaban” un par de docenas antes de comer o de cenar. Conozco a un lucense, que todavía anda por ahí tan campante a pesar de sus casi ochenta años, que presumía de tomar todos o casi todos los días 50 tazas. Lo del litro y medio al lado de eso, una tontería.

P.

 

 

HABLO con gente que estuvo en la Feria de Santos de Monterroso y coinciden en que ha sido la peor en muchos años como consecuencia del mal tiempo. Es una manifestación muy importante en la que yo estuve hace unos años acompañando a Jaime Pato, un gran fotógrafo del diario ABC, que venia a hacer un reportaje y que se marchó entusiasmado de lo que vio y de lo que fotografió.

 

 

RECUERDO otra fiesta; una noche de Halloween en Madrid. Estaba allí porque por encargo del productor de televisión Pío Núñez había reclutado en Lugo a media docena de excelentes y muy jóvenes músicos, expertos en instrumentos del folklore de aquí, que iban a poner el toque galaico a la banda sonora de una serie de televisión interpretada por la Sinfónica de Praga. Mientras cenábamos nos enteramos de que esa noche se celebraba la fiesta de Halloween y los chavales no sólo querían participar en ella sino animarla con su música; y se fueron al excelente hotel en el que nos habían alojado, el Abascal, cogieron todos sus instrumentos y con ellos nos fuimos al barrio de La Latina. La que se armó no se lo imaginan, porque la música de Galicia, excelentemente interpretada se hizo dueña de la noche madrileña; corros, aplausos, bailes, copas gratis en todas partes y hasta intentos de los centenares de espectadores de improvisar una cuestación para gratificar a los músicos, que quedaron estupendamente cuando rechazaron cualquier aportación económica y dejaron claro: “tocamos porque nos apetece, no nos hace falta el dinero y lo que queremos es que ustedes disfruten con nosotros como nosotros disfrutamos con ustedes”. Ovación y vuelta al ruedo.

P

 

 

Esta entrada se publicó el Domingo, 2 de Noviembre , 2008 a las 1:41 am y está clasificada en General. Puedes seguir las respuestas a través de el feed RSS 2.0. Both comments and pings are currently closed.

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