Nunca discutan con un chino

PASEABA yo por las cercanías del Pabellón antes del partido de fútbol sala Azkar-Caja Segovia, cuando un coche de alta gama subía por la rampa que hay delante de la instalación en dirección a la lonja que sirve de aparcamiento; cuando estaba a mi altura bajaron la ventanilla derecha y una señora asiática, en un castellano bastante correcto me preguntó:

-¿Se va por aquí al balneario?

Le respondí que no y  me ofrecí a indicarles el camino correcto; por lo tanto dieron marcha atrás y ya en la carretera de Santiago les indiqué como se llegaba al balneario. Pero querían saber más, porque el hombre que iba al volante, también amarillo y de ojos rasgados, preguntó:

-¿Futbol?

- Sí, aquí cerca, futbol sala.

- No, no, futbol sala no, futbol en campo.

-¿Mañana?

- Sí, mañana, mañana; mañana por la mañana.

- No, por la tarde, juega el Lugo con la Ponferradina.

- Por la mañana y no con la Ponferradina, con el Racing.

-¿Con el Racing de Santander?

- Sí, sí, partido de división de honor.

- No, mire, que el Lugo está en Segunda B y que no juega con el Santander.

(El chino empezó a poner voz cabreo; a todo esto digo yo que sería chino; o si no coreano; o japonés. Es que no los distingo).

- Mañana por la mañana, partido de futbol Lugo-Racing de Santander, de división de honor.

Estaba yo dispuesto a decir a todo que sí, sobre todo porque mi interlocutor parecía perder la paciencia y aguanto mal los golpes de kárate, cuando por fin todo se aclaró:

-         Partido de juveniles, partido de juveniles.

Por ahí tenían que haber empezado.

Me enteraré de la alineación del Santander; habrá seguro un asiático; el hijo de mis interlocutores. Digo yo.

 

UN año más y van más de 60 ininterrumpidos, Rosita Lourido prepara para el domingo venidero el desfile procesional de “su” cofradía, la de La Borriquita. Cuando una vez le pregunté si se había marcado un año para su retirada (ahora anda por las noventa primaveras), me dijo textualmente:”Me da miedo incluso pensarlo. Un año que estaba muy malita, en Semana Santa, lo pasé fatal pensando en que no podía prestar a las cosas la debida atención. Y aún así algo hice. Mi intención es morir con las botas puestas. Morir por ejemplo al día siguiente del Domingo de Ramos, después de la procesión nuestra, que me monten en la borriquita y… ¡hala, para el Cielo”.  

 

 

 

ME preguntan si estoy a favor o en contra del aborto. No tengo duda: en contra. Y no por razones religiosas, sino éticas. No entiendo que alguien pueda estar en contra de la pena de muerte y a favor del aborto.

Oigo que desde que se legalizó en España, han dejado de nacer un millón de niños.

 

 

DE un tiempo a esta parte venimos descubriendo que una serie de alimentos en otra época casi proscritos son buenos para la salud; el pescado azul, por ejemplo. Bueno, pues ahora le ha tocado a los huevos (he escrito “le ha tocado a los huevos”, que quede claro). Leo en el Magazine de “El Mundo” lo siguiente:”No le tema al huevo, es un buen aliado. Le proporciona las proteínas de mejor calidad y según las últimas investigaciones, le ayuda a controlar la tensión arterial. Y no, no aumenta sus niveles de colesterol”.

El día menos pensado nos pueden decir que “fumar es bueno para la salud”

 

 

REGRESO del paseo nocturno con Bonifacio. Llovizna y hace un frío de mil demonios. Anuncian para los próximos días las mínimas más bajas del año, aunque ya estamos en primavera.

2 Comentarios a “Nunca discutan con un chino”

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