Mi padre no fue espía, que yo sepa

Desde hace varias semanas un equipo de televisión que trabaja para una conocida cadena nacional, viene realizado por varias provincias españolas un amplio reportaje sobre los nazis en España. El pasado fin de semana llegaron a Galicia con dos objetivos fundamentales: grabar las enormes antenas de radio situadas cerca de nuestra ciudad, creo que en el ayuntamiento de Castro de Rey, y la llamada “Casa de los alemanes”, en la costa pontevedresa, que según se dice era refugio de los nazis que concluida la II Guerra Mundial pretendían escapar a América del Sur. Hasta aquí, todo normal. Lo curioso es cuando recibo una llamada de L.A.(productor del documental y cuyo nombre completo no doy porque puede no gustarle) y me pide que la gestione una entrevista con mi padre, el periodista Rivera Manso. Le respondo que no va a ser fácil, a sus 87 años no anda muy bien del oído, y me ofrezco para buscarle otra alternativa. Su respuesta me descoloca. Más o menos es esta: “No, tendría que ser él, porque según se ha publicado, su nieta lo descubrió un día hablando con soltura el alemán y podría haber estado en contacto después de la guerra con organizaciones arias”. O sea, le digo, que podría haber sido un espía de los aliados. “Más o menos”.
Durante unos segundos no sé que contestar e inmediatamente me viene a la memoria una de las historias de “En tiempo de prodigios”, finalista del Planeta 2.006, que se parece muchísimo a lo que cuenta mi interlocutor. Creo que la ficción del libro se ha proyectado sobre la realidad y… pasó lo que pasó. De todas maneras le doy el teléfono de la autora del libro para que hable con ella. Lo mismo mi padre fue de verdad espía y yo no me he enterado.

Homenaje a Di Stefano, probablemente el más completo futbolista de todos los tiempos. Le han calificado como “un híbrido de Redondo, Zidane y Ronaldo”. Bernabeu, que le quería hasta el punto de ponerle “La Saeta Rubia” a la lanchita con la que pescaba en Torrevieja, le obligo a retirar un anuncio de tv en el que el gran jugador hacía publicidad de una marca de medias de señora. Yo asistí en La Coruña al debut de la que sería una de las delanteras más temibles de la historia del futbol: Kopa, Rial, Di Stefano, Puskas y Gento. Ya retirado, pero aún en la cresta de la ola, el argentino estuvo en Lugo con su esposa. Comieron en el restaurante “El Miño”, en la gasolinera del mismo nombre. Alguien me dio el soplo de que estaba allí y pude hablar con él por teléfono. Me citó para la hora del café y me presenté diez minutos años. Solo me dio tiempo a verle salir disparado en el coche. No me hizo un corte de mangas, pero casi.

Hoy voy a conocer personalmente al nuevo Obispo. El próximo viernes le entrevistaré en TeleLugo y claro que vamos a hablar del tabaco.

Oigo hablar a un político de “insultante superioridad”.¿No querría decir “exultante…”?

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