Abrió el comercio el domingo, pero como si no. No tengo ni idea de cómo le fueron las cosas a las grandes áreas, pero los del centro, los establecimientos convencionales, estuvieron casi vacíos. Coincidían la mayoría en que no había merecido la pena el esfuerzo.

Dediqué la mañana a hacer algunas compras y la tarde y noche a terminar de colocar el Belén, los adornos de la época y el árbol, artificial, que está más aparente que nunca. Tiene 3.000 bombillas. Para verlo encendido hay que ponerse gafas de sol. Lo peor es hacer limpieza. Hay por todas partes aserrín, restos de musgo, arena, tierra…

La mañana de hoy 24 de diciembre es muy especial; ofrece la oportunidad a miles de lucenses de reencontrarnos con gentes a las que no vemos desde hace tiempo. Dense una vuelta por el centro y por bares, cafeterías, etc. y ya verán.

Una cita obligada desde hace muchos años, está en el Circulo de las Artes. Hay que ir a los rellenos. Creo que es la única vez en todo el año que a la sociedad puede acudir todo el que quiera. Los rellenos de Nochebuena, antes y ahora, pueden dar una alegría económica a algunos hogares. No se hace uno rico, pero si en esta época te caen 6.000 euros, las Navidades salen más que gratis.

En relación con este juego de azar, prohibido durante el franquismo, les cuento una anécdota inédita: a principio de los 70 nombraron Gobernador Civil de Lugo al Sr. Barrera Maseda, un auténtico caballero al que alguien no muy bien intencionado, sopló que en el Circulo se practicaban juegos ilegales, poniendo especial énfasis en los llamados rellenos. Habiendo quedado con el “poncio” para entrevistarle, el Sr. Barrera empezó a sonsacarme de que iba aquello y me insinuó la posibilidad de intervenir oficialmente y prohibir el juego de los rellenos. Para frenarlo le dije que era una tradición que nadie había roto y le recomendé: “mire, dentro de una semanas llega la Navidad; vaya y eche una ojeada a los rellenos extraordinarios de Nochebuena y después tome la determinación que considere conveniente”. El 24 de diciembre de aquel año, el 70 o el 71 tal vez, acompañé al Gobernador Civil de Lugo al Salón Regio del Círculo. El no jugó, pero siguió con interés todo el proceso. Nunca más volvió a hablar de una intervención. Y todo, en el 2.007, sigue igual.

Esta noche nos reuniremos una buena parte de la familia en torno a mi padre. A sus 87 años piensa que no le quedan muchas oportunidades de estar, en estas fiestas, con hijos, nietos, bisnietos, nueras, yernos…; les contaré como fue la cosa. Mientras tanto, que lleguen a todos ustedes mis mejores deseos. ¡¡FELIZ NOCHEBUENA!!

Esta entrada se publicó el Lunes, 24 de Diciembre , 2007 a las 0:00 am y está clasificada en General. Puedes seguir las respuestas a través de el feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu sitio.