HOY NO, MAÑANA SÍ

ESTUVE como he contado el fin de semana en Madrid. Y he podido mantener las entregas diarias de la bitácora. Sin embargo para la de hoy ha habido dificultades. Lo siento, pero mañana martes seguro que volveremos a estar con ustedes. Les espero. Gracias.

2 Comentarios a “HOY NO, MAÑANA SÍ”

  1. Chofér

    ¿ Y el Sí es Sí y el No es No para cuando?. Esto se va pareciendo a RENFE, Vueling, ….
    Hay que avisar con tiempo al pasaje.

  2. Scepticus

    Lavín, de dónde le vendrá ese nombre que no parece nombre ni apellido, pero solo sé nombrarlo así. Nos hicimos ¿amigos? porque un día en el bar del café mañanero el dueño lo humilló y no fui capaz de sacar la cara por él. A la salida lo encontré ya junto a sus dibujos, casi infantiles pero mucho más que naifs, que la gente compra y de eso vive. Le pedí disculpas y me miró con sus ojos claros, su rostro pecoso y el pelo de estropajo casi pelirrojo. Estaba sentado a la puerta del súper y cuando pensé que no me contestaba y ya me iba habló, No tienes que preocuparte, ompare; me resbalan esas cosas.

    Así se las gasta Lavín. Cuando me paro a su lado, mitad mendigo mitad artista, sigo notando su olor agrio, de ropa que se muda muy de tarde en tarde, que esconde entre sus arrugas esa sustancia parda que huele mal, a orina y pelo de perro, pero que en el aire de la calle se nota menos. No admite preguntas. Mejor dicho, contesta cuando le da la gana.

    Cuando quiso, me dijo su edad y me contó de su vida algo, Treinta y ocho o treinta y nueve, chispa más o menos. Porque estuve en la Inclusa hasta los nueve años, eso seguro. Ya casi había aprendido a leer, pero los números mese daban mu malamente. Luego me escapé y me recogió mi papa hasta que se murió, que ya yo era un hombrecete. No quise seguir con la caravana, porque mi papa era mi papa, pero los demás no me tenían por gitano y alguno no me miraba bien. Sobre todo los que tenían chiquillas en la flor. (¿Cómo lo iban a tener por gitano con esa piel rojiza, con esas pecas, con ese pelo casi amarillento que debió ser muy rubio, con esos ojos azules que la vida ha ido  enturbiando? ¿treinta y ocho?, yo hubiera dicho que cincuenta y cinco).

    ¿Y dónde has andado luego?’ Hace como que no me ha oído y con el bolígrafo azul va pergeñando una nube detrás de unos árboles que parecen eucaliptos. ‘Por el mundo’, me dice cuando yo ya no esperaba respuesta.

Comenta