CREO que ya dije algo parecido, pero da lo mismo: a los que se quejen de lo mal que va todo y de las privaciones que hay que pasar, les venía muy bien un visita al comedor para necesitados que hay en el Seminario. Ayes estuve allí para entregarles un donativo de 200 euros que alguien me había dado y anunciarles que estos días Leche Río les mandaría un palé con más de 800 litros. Una vez más escuché como se las maravillan para sacar adelante una obras tan importante atendida por voluntarios y en la que sólo las cocinera, una señora portuguesa, percibe compensación económica. La monja que manda allí, creo que se llama sor Asunción, me informa de los menús de estos días y me enseña la cocina “nos la regaló Caixa Galicia; ellos la tenían en una residencia de la costa que desapareció; está muy deteriorada, pero nos hace un servicio”. Alrededor de la una de la tarde empiezan a llegar lo comensales; hay hasta una representación viviente de la época, un Papá Noel con su barba, su gorro, su nariz colorada y… una borrachera de padre y muy señor mío; lo sujetan dos colegas; “si lo soltamos se nos cae; si come algo a lo mejor espabila”.

P.

 

 

 

 

 

LO prometido es deuda. Ayer lunes Bonifacio se sometió durante varias horas a una serie de pruebas y análisis, cuyos resultados pueden ayudar a la prevención y tratamiento del Alzheimer. Estuve presente en la primera parte y no en el resto. Inicialmente se puso a prueba su memoria y luego su habilidad. ¿Cómo?. Verán

Prueba de memoria.- Le dieron un poco de jamón y le enseñaron otro trocito que posteriormente depositaron en el suelo para que viese el sitio; posteriormente el perro dio un breve paseo por el pasillo y volvió a entrar en la habitación; se fue directo al jamón; ser acordaba donde lo había dejado.

Prueba de habilidad.- Una caja con agujeros un poco más pequeña que las de los zapatos; otra vez se recurre al jamón que se deposita debajo de la caja, colocada al revés; el perro huele el jamón pero tiene complicado llegar a él; Bonifacio empuja la caja hasta que la arrincona contra la pared; se levanta un poco y se come el jamón; prueba superada.

Las operaciones han durado unos diez minutos; me marcho tras responder a un montón de preguntas sobre comportamiento, costumbres, etc. El resto de la mañana más pruebas de habilidad y muchos análisis. Cuando lo recojo, pasadas las dos de la tarde, me dice la veterinaria, que dirigió las operaciones con paciencia infinita, que se había portado muy bien y que todo estaba correcto, aunque hasta la tarde no darían  el resultado de los análisis. Por la tarde me llama para informarme de que los análisis tampoco presentan nada malo y quedan pendientes unas pruebas de tiroides que tienen que analizarlas fuera. La única mala noticia: Bonifacio está muy gordo; le sobran seis kilos; ¡y eso que está a dieta!

 

 

ME pasé por el ayuntamiento; estuve con la gente del Bloque y del PP. A estos últimos les han adjudicado un espacio más dentro de la casa. Hasta ahora tenían dos habitaciones y ahora disponen de tres. Estarán menos apretados.

P.

 

 

COMO es habitual en estos últimos días del año hay cola en la secretaría del Círculo para dar altas y obtener tarjetas de acceso para los pequeños de las familias. Es el único sitio donde habiendo fiesta por todo lo alto pueden entrar los menores de edad; incluso muy menores porque el reglamento contempla que los hijos de socios puedan disfrutar de las ofertas de la sociedad a partir de los 15 años. La noche de Fin de Año, y me parece muy bien, que quede claro, aquello parece una guardería. El aspecto negativo: la presencia autorizada de menores es la causa de que no se permite fumar en todo el edificio y que ni siquiera haya zonas reservadas para los fumadores.

Esta entrada se publicó el Martes, 30 de Diciembre , 2008 a las 2:03 am y está clasificada en General. Puedes seguir las respuestas a través de el feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu sitio.