Menos seis grados

Esa es la temperatura de ahora mismo, las cinco menos veinte de la madrugada del domingo. El frío sigue hasta el martes y el sol parece que también, cuando la niebla le deja.
Hace un rato que he llegado de la fiesta de los “Lucenses del Año 2.006”. Como siempre, resultó muy agradable. Es de esas reuniones sociales a las que todos van con el mismo objetivo: pasarlo bien y estar al lado de unos amigos, los galardonados, que siempre tienen una reconocimiento unánime, o casi. En esta ocasión no podía ser de otra manera.

Me extrañó la ausencia del Alcalde. El Sr. Orozco no suele perderse este tipo de reuniones y los “compromisos de agenda contraídos con anterioridad” solo me suenan a disculpa; porque hace mucho tiempo, pero mucho, que esta fecha estaba cerrada y en su secretaría lo sabían, es más: el miércoles, o sea hace nada, tenía decidido acudir. Pero bueno, no tiene importancia, el mejor escribano echa un borrón.

Otra ausencia menos entendible: la de representantes de las asociaciones empresariales cuando se homenajea a un empresario. En este caso fue Ángel Hermida el que no estuvo arropado por la gente de su gremio. No es nuevo. Ocurre todos los años. No deja de extrañarme que se organicen continuamente misiones para viajar “al quinto pino”(Asia, África, América…) y que no se participe en una que es en el mismo Lugo, en casa. A lo mejor es por eso.

La fiesta dio para mucho más, pero hay otros temas. O sea, que me voy para ellos y aplazo para otro día el contarles más de lo ocurrido en el sarao del Gran Hotel.

Obra de misericordia: visitar al enfermo.
Estuve el sábado por la mañana viendo a mi compañero Raúl Rodríguez, que se recupera del susto que nos dio, y se llevó, en la noche del viernes. Me habían dicho que lo tenían que trasladar a Calde y allí me fui. No estaba, pero me vino bien para comprobar cual es la situación de los accesos. A cualquiera que vaya muy delicado, los baches de la carretera(¿) pueden dejarlo fuera de combate definitivamente. En el Xeral le localicé. La médico que lo trata me explicó muy amablemente lo que tenía y me dijo que puede que el lunes le diesen el alta. Aproveché la visita para comprobar el aspecto lamentable que tienen las dependencias del Xeral. He visto basureros con mejor pinta. Lo de la pintura clama al cielo.

En la nueva calle que más o menos une la Plaza de Dinam con San Roque, veo que el frío ha helado las aceras y es casi imposible andar por ellas. Un niño se da un buen golpe y un señor maduro se salva del tortazo porque lo pillo en el aire. En otros sitios de la ciudad en las mismas circunstancias climatológicas las aceras son más seguras. ¿Será cuestión del material utilizado?

Son las cinco y diez de la madrugada del domingo. Una hora prudente para echar un sueño. Fuera el frío…; lo siento por Bonifacio, pero hoy se queda sin paseo.

2 Comentarios a “Menos seis grados”

  1. pablo

    Lucenses del año,
    Magnífico trabajo igual a magnífico resultado. Enhorabuena a los organizadores, a ti Paco, y a los galardonados. Nos quedamos con ganas de que cantase Rosa Cedrón, y eso que el run run de la sala clamaba, canta! canta!
    La fiesta de los lucenses, de los que aman Lugo, es maravillosa, yo era la primera vez que asistía.
    Por ello doblemente mi gratitud, me saltó el corazón cuando me emboscate tan magistralmente para la entrega del premio a Marta, lo de ella sin palabras, cada día me impresiona más su desparpajo.
    Este lucense se sintió ayer más orgulloso de serlo, y ya lo sentía bastante.
    Y hablando de ausencias, y la Xunta ¿qué? Sólo sé de uno ue estuvo por allí, y para eso como amigo.
    Mil gracias.
    Pablo Núñez

  2. tłumaczenia Wrocław

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