YA ESTOY EN LUGO

Sano y salvo y eso que la nieve trastocó mis planes de viaje. Les aviso de que mañana martes la bitácora volverá con ustedes y con mucho material interesante. Les espero

7 Comentarios a “YA ESTOY EN LUGO”

  1. Chofér

    Como dijo un camionero, ” estoy deseando llegar a Francia para que no me paren” . Sabiendo que en Francia y de ahí para arriba nieva más y con mayor frecuencia que en España, convendría revisar los protocolos si es que los hubo, para estos casos . Como muy bien escribe alguien hoy sobre el asunto, no es normal utilizar al ejército por una nevada . O lo que es lo mismo, no se deberían utilizar medios excepcionales para casos que siempre fueron normales .

  2. Chofér

    “Un mundo de mujeres de plástico”
    http://www.elmundo.es/opinion/2018/02/05/5a772dfeca47410c7f8b4576.html?cid=OUTSINER001&s_kw=expansion
    ¿ Comprendes ahora, Paco, por qué no llevo calendario en el camión ? .

  3. Cristina

    Benvido de novo

  4. Bolita

    Hay que dejar al Bloger que se tome su tiempo, mientras aquí, leyendo a Don Rigoletto y si tal montamos una noche garufa.

    https://www.youtube.com/watch?v=5AoKHlc2YyQ

  5. Bolita

    Porque servidor ya no está para salsa.

    https://www.youtube.com/watch?v=TADp9gpuiR8&feature=youtu.be

  6. Bolita

    Aunque Jacqueline du Pré, fallecida tempranamente por esclerosis múltiple la interpretaba maravillosamente, esta versión de la pieza de Offenbach, “Las lágrimas de Jacqueline”, interpretada por la Orquesta de Cámara de Munich y el cellista Werner Thomas, tiene un magnífico sonido.

    https://www.youtube.com/watch?v=mek9vDSL8ug

  7. Maluna

    Bienvenido D. Paco. Parece que mis últimos comentarios inducen a error. Primero “salpico” a Chofer sin intención y con mi “nostalgia” se confunde con horas bajas.
    Añoranza y comprensión, en una mezcla. No están los tiempos para “abrir la espita de lo s comentarios” como si fuera una barra libre de un local de copas.
    Es el precio a pagar por la tranquilidad.
    Hubo un tiempo que, en los pueblos (por lo menos así lo recuerdo yo en mi infancia), se dejaba la llave de casa oculta, pero sobradamente conocido su escondite.
    Supongo que, además de la confianza del nunca pasa nada, se sumaba al tamaño y peso habitual, de las llaves de la época.
    Hoy, desgraciadamente, no basta con cerrar con llave. Nada desanima al amigo de lo ajeno.
    Por tanto, habrá que asumir que el producto de la modernidad, no es sinónimo de facilidad y confortabilidad.
    Mis horas nostálgicas tienen un punto de aceptación acorde a las circunstancias
    Biquiños

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