No me hizo gracia
Domingo, 11 de Mayo, 2008Según ellos, los vecinos del barrio del Puente tienen un problema. Una minoría de los que residen allí, no llegaban al medio centenar, intentaron arreglarlo un poco por las malas. En la tarde de ayer se fueron en manifestación al Pabellón de los Deportes. Parece que con la intención de irrumpir en el recinto, pero no les dejaron. Dijo alguien que querían parar el partido de fútbol sala. Eso no me lo creo, pero sí que el alcalde, con la habilidad que le caracteriza, salió al encuentro de los manifestantes y los disolvió pacíficamente. Alguien que estaba a mi lado, viendo le que ocurría desde la cristalera del recinto deportivo, se sorprendió de lo bien que parecían pasarlo algunos de los manifestantes, que hacían chistes y reían. Acabado el encuentro y cuando me dirigía a la COPE, me encuentro otra vez con los manifestantes, que parecían encantados de poder cortar el tráfico y dejar tirados durante un tiempo a un montón de automovilistas, entre ellos a mí. Traté de que me dejaran pasar y no hubo manera. Y seguían con las bromas: “xa que estiveches no partido, cóntanos o que pasou”. Les dije algo así como “no queréis a los gitanos, pero probablemente ellos no hubieran hecho esto”. Al borde de las nueve de la noche sonaron unas sirenas, puede que fuesen las fuerzas del orden que llegaban para normalizar aquello. No esperé a saberlo y como levantaron el cerco, me fui. Uno de los que me habían retenido gritó “échanos una mano, que necesitamos ayuda”. No me hizo gracia.
Como todos los sábados escuché el programa de Paco Nieto en la SER, dedicado en esta ocasión al año 1.968 y a su música y al mayo francés. Entre las cosas que pasaron en nuestra ciudad relata, porque se lo contó el interesado, que el columnista (palabra de honor: por dos veces puse columnista y salió comunista) de esta casa, EL PROGRESO, Juan Soto, pasó detenido la noche del tránsito del 67 al 68; no dijo si pudo tomar las uvas, pero sí que su “delito” había sido publicar un artículo que no gustó al poder establecido. También recordó que aquel verano había sido elegída “Miss Vivero”, la luego famosa Super Marisa. Marisa Lorenzo era una poco más que quinceañera, espectacularmente guapa y con un tipo no menos llamativo. Yo presenté aquel festival celebrado en la sala “Chipe” y organizado por Pepe Garalva, que debería escribir sus memorias.
Me encuentro por la calle a Rosita Lourido que se queja de que especule con su edad. Le digo que me he quedado corto y responde que prepara fiesta por todo lo alto cuando cumpla los 100, que no falta mucho. También me avisa de que está preparando algo grandioso para la próxima Semana Santa; va a costar mucho dinero, pero tiene patrocinadores. Da envidia ver a alguien de su edad y con sus problemas, que yo conozco, con tanto vigor y tanto entusiasmo.
Humor gráfico en EL MUNDO de ayer. Lo firman Idígoras y Pachi. Dos mendigos. Uno le dice a otro “¡¡que suerte tienes!!; yo estoy en plena crisis, pero tú, tan sólo en periodo de desaceleración”. Uno tiene un cartel que dice “no tengo para comer”. El cartel del otro dice “no tengo para comer, ni para beber”.