Montar en Fole
Martes, 10 de Febrero, 2009LA escena se ha repetido al menos dos veces en los últimos tiempos. Puede que sea habitual, pero a mí únicamente me “tocó” verla en dos ocasiones: algunos juerguistas nocturnos han tomado como costumbre cabalgar sobre el Ángel Fole de bronce que se encuentra en las cercanías del Campo del Castillo. Hay algunos que rizan el rizo y hacen hasta un pequeño castillo: uno monta sobre la estatua, otro monta sobre el que esta montado en la estatua y un tercero monta sobre el que está montado sobre el que está montado en la estatua. Y luego se hacen fotos. Una falta de respeto hacia una gloria de nuestras letras. Con las cosas tan variadas que la noche lucense ofrece para divertirse tienen que utilizar a don Ángel.¿No sería mejor que se echasen novia?.
P.
LA periodista Marta Robles, a la que conocí hace un par de años en Madrid y que además de ser muy buena en lo suyo es una mujer muy guapa, de esas que se dicen de bandera, entrevista al cocinero Pedro Larumbe que le dice entre otras cosas lo siguiente:”Los nabos pueden hacer la misma función que las patatas. Se utilizan acompañados de una salsa ligera de un queso cremoso, o también como acompañamiento de un queso curado; incluso en algunos restaurantes los sirven de aperitivo, o solos para tomarlos con un poco de sal. Nosotros hacemos un puré de apio y nabo para acompañar el rodaballo, que es un pescado con mucha grasa. Después con ese mismo puré acompañamos el foie gras a la plancha que es un plato muy distinto, y que solo tiene de común con el anterior que posee mucha grasa”. Según el famoso cocinero Cataluña lo utiliza habitualmente: “es muy tradicional el pato con nabos”. Uno de los platos que reseña es “nabos rellenos de berberechos con una salsa holandesa gratinada”.
Y en la tierra del nabo, sin enterarnos.
VARIOS de los habituales de este blog coincidieron en los comentarios de ayer en hablar de una vendedora de ungüentos milagrosos que hace más de medio siglo desarrollaba su actividad en las cercanías de la Plaza de Abastos. Como me pasé muchas horas escuchándola siendo niño, aporto algunas cosas más a las que ayer se contaban de ella:
- Su pomada, que vendía en unos envases como de madera muy delgada, era recomendable para reuma, dolores óseos y especialmente migrañas.
- El latiguillo más usado era más o menos este:”me echa usted la pomada en los dedos de la mano, sobre falange, “falangin” y “falangete” y se “flota” sobre la parte dolorida; si es la cabeza, de “parital” a occipital”.
- De vez en cuanto, como todos los charlatanes de entonces, hacía un alto y se dirigía a los niños siempre numerosos:”aparta chaval, que estorbas y me estas pisando el género”.
La vendedora era una mujer de edad indefinida, muy delgada, muy morena y con la cara picada de viruela. Se instalaba preferentemente en los alrededores de la Plaza, pero tenía predilección por la acera de la casa donde esta ahora Caixa Galicia y en la que entonces, creo, estaba el Monte de Piedad.
ABELLÁN entrevista en la Cope a cuatro estrellas del Madrid de antes: Butragueño, Martín Vázquez, Sanchis y Hugo Sánchez. Una de las muchas anécdotas que cuentan sirve muy bien para comprobar lo que va de ayer a hoy y cuanto más normales eran los ídolos de antes:”Butragueño tenía un Seat 127 rojo, que era con el que íbamos a los entrenamientos y como su padre tenía una droguería (aún existe la Droguería Butragueño en una transversal de la Gran Vía) nos suministraba colonias, jabones y desodorantes”.
LO cuenta en privado (no lo he visto en ningún medio) una testigo casi presencial de un asesinato que hubo en Barcelona ayer o antes de ayer: “al poco de llegar la policía se llevaron a un hombre esposado; pensé para mí que ya habían localizado al culpable, pero resulta que el detenido era un caco que intentó robar el coche de la Policía mientras esta investigaba”